martes, 16 de abril de 2013

Fases de la ruptura

Hace casi un año del día X, y con motivo de celebración por haber llegado a la fase final del proceso de recuperación con éxito, aquí tenéis un breve resumen de los pasos ante una ruptura.

Y desde aquí animo a cada una de vosotras que tire para adelante... que no se acaba el mundo!


Impacto: Sensación de paralización, desorientación e incredulidad. La vida se estanca y la atención se concentra en la pérdida sentimental.Se bloquean las emociones y es difícil concentrarse en las tareas diarias, cuesta conciliar el sueño y se pierde el apetito. 

Negación: Este mecanismo, que conlleva la incapacidad de aceptar que la relación ha terminado, también sucede cuando se vive la muerte de un ser querido.  Aun tienes la esperanza de que vuelva la persona que se fue. 

Pena y depresión: Esta emoción puede afectar tanto al que abandona como al abandonado. Suele describirse como un sentimiento de vacío, Como si faltara algo en tu vida. Es el sentimiento que impulsa a muchas personas a correr hacia otra relación, lo cual no es algo muy saludable para la curación, aunque sí comprensible. La pena proviene no solo de la pérdida de la persona, sino del tiempo que se compartió y del fracaso del proyecto de pareja.

Culpa: Esta emoción es sentida por aquél que termina la relación, pero también por el abandonado. En este último caso posiblemente debido a la idea de fracaso. Al pensar sobre qué fue lo que falló, el que se culpabiliza suele razonar sobre lo que podría haber sido hecho de otra forma. Si algo tiene de positiva la culpa, es que ayuda a hacer cambios en el futuro. Hay que dirigir la rabia contra la otra persona y no culparse solo a uno mismo. Si no se consigue superar la culpa, no es posible finalizar el duelo.

Rabia: La presencia de la rabia es algo completamente normal durante el duelo. Es una fuerte emoción que nace de sentirse herido, aunque no haya nadie a quién culpar. No habría que sentirse culpable por sentir rabia en esta etapa, ya que esto indica que se está superando la pena.

Resignación: el adiós. Esta es la transición más difícil del proceso de duelo. No solo hay que aceptar que la relación se ha terminado; también hay que liberarse de ella por completo.

Reconstrucción: En este punto hay más días alegres que tristes y se empieza a reconstruir activamente la vida. La persona vuelve a centrar la atención en si mismo y a sus propias necesidades y se vuelve a desear conocer a otra persona. Esta etapa es como aprender a caminar otra vez después de haberse roto una pierna. La persona se siente mejor pero necesita construir su fortaleza desarrollando el amor propio y la seguridad en sí misma.

Empezamos...


Impar en un mundo de pares...